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¿Cómo salvar a alguien con RCP?

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Aprendé las claves de este método que salva vidas.

Las vacaciones y los descansos de fines de semana en verano son de puro placer. Sea en una pileta, en una playa, o en tu casa, se percibe un aroma relajado y de disfrute absoluto.

Sin embargo, puede ocurrir algún hecho inesperado en el que una persona sufra un paro cardiorespiratorio. Por ese caso o cualquier otro en el que la persona esté cerca de perder la vida, te enseñaremos realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP) para reanimarla.

Presten atención como ellos, eh.

RCP es una maniobra de emergencia que aplica una presión rítmica sobre el pecho de aquella persona que haya sufrido un paro cardiorespiratorio, con el fin de que el oxígeno siga alcanzando los diferentes órganos vitales.

El dato más vital, valga su doble significado de vitalidad, es que aunque no seas un profesional, una persona con el conocimiento de esta técnica puede aumentar hasta un 40% de posibilidad de sobrevivir de la persona que haya tenido el paro.

A tomar nota se ha dicho.

Yendo más específicamente a la situación, todo aquel que sufre una parada cardíaca pierde la conciencia y cae al suelo. Por eso, en caso de estar presentes en dicha situación, lo primero que tenés que hacer es ver es si el entorno es seguro para el afectado y para vos.

Ojo, podés mover a la persona sólo si corre peligro el lugar. Por ejemplo, un incendio, una inundación o bien algún lugar que corte el paso de peatones. Ah, y siempre pedí ayuda a la gente que tengas cerca.

Obvio que si hay un incendio tenés que correr como ellas.

Para corroborar que la persona está inconsciente, movela suavemente y hablale para ver si responde; si está inconsciente no lo hará. Por ende, en ese momento tendrás que arrancar con tus maniobras de RCP. 

Pero ojo, otro chequeo importante es ver si respira. Si no respira o tiene una respiración boqueante, es confirmado que está padeciendo un paro cardíaco. Ahí sí definitivamente arrancarían las maniobras de RCP. Aclaración: antes de empezar deberán llamar a emergencias para contarle lo ocurrido.

¡Siempre tenés que llamar a la ambulancia!

Estas maniobras de RCP consisten en series de 30 compresiones torácicas y 2 ventilaciones consecutivas sobre la persona que corre peligro. Las compresiones son las más importantes de este proceso de reanimación, y no deben ser interrumpidas -solo para hacer la ventilaciones-. 

Te deberás estar preguntando cómo hacer estas compresiones, ¿no? Ahora te explicamos en algunos pasos ordenados y claros para que el día de mañana estés listo para enfrentar una situación así.

Un retrato de una compresión.
  1.  Ubicá al paciente acostado en una superficie que esté firme y plana.
  2. Sacale la ropa del pecho.
  3. Colocá el talón de una mano en la mitad inferior del esternón, mientras que la otra por encima de la primera.
  4. Arrancá la compresión: comprimí al menos 5 cm con una frecuencia mínima de 100 compresiones por minuto. Luego de estas, dejá que el tórax vuelva a su posición natural.
  5. Comprimí el tórax 30 veces seguidas.
Así deberán ir tus manos. ¿Quedó claro?

En el caso de las ventilaciones, que seguramente tampoco entiendas de qué estamos hablando, te contamos cómo hay que hacerlas.

  1.  Luego de esas 30 compresiones en el tórax, abrile la boca al paciente extendiendo su cabeza y elevando su mentón.
  2.  Cerrá la nariz de la víctima con tus dedos y poné tu boca sobre la del paciente.
  3.  Realizá dos ventilaciones: espirá 1 segundo en cada una de ellas que hagas dentro del paciente. En los papeles, haciendo esto, el tórax debería elevarse.

Y así deberás seguir la maniobra de RCP hasta que lleguen los servicios de emergencia solicitados al principio; siempre manteniendo el ritmo de 30 compresiones torácicas y 2 ventilaciones. Y atento que si hay otra persona que también sabe realizar RCP, recomendamos turnarse entre ambos cada dos minutos para que sea lo más eficaz posible.

Acá si vale machetearse.

Y la historia en niños (menor a 55 kg o menor de 8 años) es algo diferente. Y te lo explicamos de forma sencilla. Con los niños mayores a un año y con un peso menor a 55 kg, debemos aplicar el mismo procedimiento pero utilizando una mano sola en vez de dos.

En cambio, para con los menores de un año se utilizan dos dedos para realizar las compresiones. Esto se debe al tamaño y a la sensibilidad del cuerpo del bebé al que se le está realizando RCP.

Con cuidado que con bebés y niños es todo más delicado.

Lógicamente esperamos y deseamos que nunca tenga que atravesar una situación así, pero si llega a pasar, es mejor estar listo que desprevenido. Por eso hoy te explicamos paso por paso cómo reaccionar ante estos casos indeseados. Esperamos que haya quedado claro, y que si algún día tenés que hacer RCP, te acuerdes de nosotros.