Bienvenido al mundo de la adultez, el lugar donde nada viene de arriba.
Llegó el momento tan esperado. Te vas del nido y comenzás una nueva vida.
Ya idealizaste todo lo que vas a hacer ahora que vas a vivir solo. Las juntadas los martes, las cenas los jueves, las maratones de Netflix los domingos, te estás preparando para todas las actividades que querés albergar.
Querés que tu casa sea ese lugar al que todos quieren ir, con decoración moderna y música a toda hora. Esta utopía inventada en Pinterest es posible, pero la realidad va acomodando las cosas.
Prepararse para ahorrar
Nadie te lo dice, pero equipar un nuevo hogar es espantosamente caro. No solo los muebles, no solo los electrodomésticos, TODO es costoso. Bajá el orgullo y aceptá lo que te ofrezcan tus familiares, todo suma.
También vas a darte cuenta que la plata se va muy rápido de los bolsillos. Empezás a gastar incluso antes de cobrar el sueldo, por lo que es muy importante poder tener un control férreo de tus finanzas. En esta nota podés encontrar a tus nuevos asistentes personales para esto.
Convertirse en un chef o comer a las apuradas
Pudiste equipar tu hogar y arrancó la aventura. Te ilusionaste con los platos extravagantes que vas a cocinar, hacés bien. Es tu vida y vos elegís cómo encararla, solo te queremos avisar que todo demora más de lo que creés. O al menos bastante más que en las recetas de Instagram
A veces algunas comidas simples se repetían en tu casa simplemente por eso: son simples. Fideos, huevos, hamburguesas, salchichas, todos ellos son aliados para cuando no hay tiempo. Lo ideal es que puedas establecer un mix entre comidas sanas, platos elaborados y platos simples.
Vas a descubrir que no siempre vas a poder mantener tus estándares, pero que también muchas veces vas a superar tus expectativas a base de creatividad en la cocina.
La regla general que aplica para todos estas comidas es que, si vas a cocinar, cociná mucho siempre. Los restos serán tu nueva religión.
Todo lo que puedas hacer hoy, no lo dejes para mañana
También hay otra religión, pero de esta es mejor alejarse. Los procrastinadores son aquellos que aman postergar las cosas que hay que hacer.
Sí, todos somos procrastinadores hasta cierto punto, pero es un hábito muy peligroso cuando elegís vivir solo.
Las tareas se acumulan, y todo lo que no se hace, lo terminás haciendo igual. Un buen método de orden es identificar algo pendiente y proponerte hacerlo en una cierta cantidad de tiempo; te diste cuenta que todavía no lavaste los platos del mediodía. Ponete de meta hacerlo antes de las tres de la tarde. Y hacelo.
Llaves y puertas
La mayoría de la gente te lo cuenta cuando le pasa, porque nadie les avisó. Si querés evitar tener contacto fluido con cerrajeros, siempre que salgás de tu casa, salí con la llave en la mano. Parece una ridiculez, hasta que sacaste la basura y te quedaste afuera.
Otro consejo relacionado a la puerta es el de poner algún elemento decorativo (como campanillas). Te lo decimos porque ser el único habitante de la casa da miedo, por lo menos al principio. Cuando vivís solo, cualquier ruido insignificante suena como la puerta de tu casa siendo abierta por un malhechor. No hay una explicación científica para esto, solo pasa.
Living la vida limpia
Es una obviedad que hace falta recalcar: tratá de no dejar demasiado tiempo sin limpiar tu hogar.
Esto parece obvio, pero cosas pequeñas como no cambiar seguido las sábanas pueden acercarnos a enfermedades indeseables. Increíble, pero real.
Finalmente, y para tirarte una buena, te recomendamos que invites seguido gente a tu casa. No solo te va a enorgullecer mostrar tu nuevo hogar, sino que te va a impulsar a ordenar todo para mostrar la mejor versión del lugar en el que habitás.
A veces también ayudan a limpiar, cosa que vas a aprender que nunca está de más.
Vivir solo está lleno de dificultades, pero te brinda una libertad única para encarar el resto de tu vida adulta.
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