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¿Creciste en los 2000’s? Llenate de nostalgia con estos productos

Esto es para todos los que crecimos yendo al Blockbuster a elegir películas para el fin de semana.

La niñez y la adolescencia son experiencias muy formativas, que nos definen de cara a la adultez. Lo que vivimos durante esa etapa de alguna manera nos moldea y deja su huella.

Crecer en la década del 2000 en Argentina no fue una experiencia normal. Pero igualmente tuvimos muchas alegrías y recuerdos vergonzosamente felices. Los que más nostalgia nos dan son aquellos regalos que tanto pedimos y que hoy no entendemos por qué. O aquellas compras que en ese momento sí o sí había que tener.

Estas son las que nos ponen más melancólicos:  

 

Dance Dance Revolution

Uy, qué incómoda va a ser esta nota.

El que decía que no le gustaba, mentía. Esta pista de baile hogareña permitía que te sientas apto para el Bailando por un Sueño. 

El Dance Dance Revolution era como una plaga en la década pasada: ibas a un centro de videojuegos y la gente hacía fila para jugarlos. Podías comprarte la alfombra virtual y jugarlo en tu casa. El juego era muy simple: coordinar los movimientos que aparecían en pantalla al ritmo de la música.

Y básicamente olvidarse de que otra gente te está viendo.

Este juego era el ejemplo máximo de algo en lo que todos nos creemos los mejores (y probablemente no lo seamos).

Blockbuster

¿Cuántas horas invertimos en esta tienda?

Espero que no haya nadie lo suficientemente joven para no conocer al monstruo de los alquileres. Blockbuster era realmente eso, un titán de la industria.

Es imposible no sentir un subidón de nostalgia al ver este logo amarillo y azul. Blockbuster nos permitía alquilar un VHS (y luego DVDs) que podía ser un estreno que no habíamos podido ver cuando estuvo en cartelera o un film de esos que vimos una y otra vez.

Además, esta tienda vendía memorabilia relacionada al cine, junto con golosinas de todo tipo. Ahora entendemos por qué para nuestros padres era tedioso llevarnos…

MSN Messenger

No aceptamos discusiones: el mejor chat de la historia.

Los más longevos podrán nombrar al ICQ, el predecesor de este servicio de mensajería. Pero estoy seguro que la mayoría de los irutianos solo pensamos en el MSN si nos hablan del chat de nuestra adolescencia.

Hoy las siglas MSN están asociadas a la antigua delantera del Barcelona (Messi Suárez Neymar), pero ninguno de nosotros se puede olvidar de lo importante que fue este chat en nuestra vida. Era lo que es hoy el Whatsapp, pero permítanme reivindicarlo: era aún más.

Todos los sonidos del MSN Messenger en un video.

En esta época de hiperconexión, es fácil saber qué están haciendo nuestros amigos y familiares. Hace 15 años, te conectabas al MSN para saber en qué andaban tus amigos, escuchar cómo fue el día de tu pareja o incluso para hablar en grupos con mucha gente.

Gameboy

No me hablen de otras consolas, esta fue la mejor.

Tener un Gameboy era tener entretenimiento en la palma de tu mano. Hoy tu celular puede almacenar miles de juegos, pero no se compara con la sensación que era tener uno de estos en los 2000.

¿Un viaje en auto? 20 minutos jugando al Pokemon. ¿Acompañar a tus viejos a realizar un trámite? Mejor, puedo arrancar el Super Mario que me regalaron. ¿Todavía no está la cena? Creo que llego a jugar un partido de Tenis.

Los juegos quizás eran más simples, pero la vida también.

Celulares vintage

En una época una podía desvivirse con esta tecnología.

¡Miren lo que es ese celular! Nos morimos de nostalgia en 3,2,1. 

Aunque fuera de tus padres o haya sido tu primer teléfono, artefactos como el Nokia 1100 nos daban muchas alegrías.

Qué vicio.

Principales entretenimientos: ringtones (¿alguien se acuerda de los ringtones?) monofónicos, juegos como “La Viborita”, carcasas indestructibles y señal en absolutamente todos lados. 

iPhone X, movete a un costado.

Discman

Increíble que salíamos con todo esto en las manos.

Admitilo, te sentías multimillonario saliendo a caminar con tu Discman y tu CD favorito. 

Hoy quizás sea imposible de creer, pero era muy normal agarrar tu reproductor de música, tus audífonos y algunos CDs para salir a la calle. 

Era una época donde la piratería y la música en streaming apenas asomaba. De hecho, lo más pirata que podías hacer era pedirle un disco a un amigo y duplicarlo en tu casa. 

El Discman fue el último bastión de la era de los discos enteros: te comprabas el último álbum de tu banda favorita, lo escuchabas entero y tratabas de entender el concepto del disco. Hoy, que todos escuchan temas sueltos en Spotify, luce como algo para hacer solo en ciertas ocasiones especiales.

¿Quién nunca armó un CD casero?

No negamos que muchos de estos productos quedaron obsoletos porque sus versiones actuales son altamente superiores. 

Pero estamos convencidos que la nostalgia es real y que nunca habrá una mejor juventud que la que vivimos en la década del 2000.